sábado, 27 de septiembre de 2014

Una panza engañosa

Hoy es moda: "en mi cuerpo decido yo". Vale para la promiscuidad,
para las drogas de las que no hay retorno... y a la hora de matar a un hijo.

Este último punto es definitorio. Parece lógico abortar "desde el propio cuerpo".
Pero esto no es así... es ajeno. Es tan ajeno como otro. Otro cuerpo, otro ser, otra vida.

Está dentro nuestro, eso sí. Pero no es cuerpo propio, como bien podría serlo la piel,
los ojos, o cualquier órgano. No es un tatuaje, electivo.

Claro que necesita de nosotros para vivir... no tiene que estar en la panza
para depender claramente de otro su subsistir.

Pero de ahí a "mi cuerpo"... no.

Parece tu cuerpo, porque es tu panza...
...pero allí hay una vida aparte
que debes respetar.

(Te aliento... a que no te equivoques tanto -no tan horriblemente-.)

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