El que nunca se fue: esta es la persona que conservó los valores "tradicionales". No teme la palabra "moderno", pero en sus valores más íntimos subyace el tradicionalismo. No necesariamente son personas simples, y aunque lo parezcan es por ser muy sabias. Aunque sea por casualidad, no han "negociado" las cosas importantes. Por eso son también las más confiables.
El que la vida devolvió: estas personas se fueron lejos de los valores tradicionales. De sus padres, abuelos, creyéndose mejores, superados, modernos; "rebeldes" como todo típico adolescente. Y así viven consecuencias indeseadas e inesperadas, recibiendo lo peor de la vida (violencia, mentira, promiscuidad). Recuperan valores, verguenza, coherencia y el sentido de realidad.
El que cree ser rebelde: hay personas que a media vida siguen creyéndose rebeldes. Y no saben que realmente son psicóticas. (Y no saben cómo se les nota.) Están "forcluyendo" la realidad (http://bit.ly/1D94WcT). Niegan y reniegan del valor. Y el valor existe: sirve para vivir. Para conocer la realidad y sus consecuencias. Es algo humano e íntimo. Es sociedad, cultura y educación.
Aunque sea por casualidad, no han "negociado" las cosas importantes.
Por eso son también las más confiables.
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