Todos vamos caminando por la vida con un sinfín de dones. Vamos "con manos llenas". Pero sin querer nos olvidamos de ello.
Vamos como presumiendo, depredando, sin el verdadero dar correspondiente a todo don: ¡dona!. Sin el verdadero regalar correspondiente a todo regalo: ¡regala!, ¡reparte!.
Llenos de egoísmo, pronto tenemos las manos llenas de nada; de "apoderarnos". Olvidamos la felicidad de dar amor. De dar por dar. De dar las gracias, de pedir "por favor"; de disculparnos por todo inclusive.
Pero hay gente que es realmente importante. Gente que se da: tiempo, cosas; amor. Gente que agradece, y pide por favor. Que pide disculpas casi por todo, con humildad. Gente rica en lo que significa dar. Manos llenas, libres; ¡vibrantes!.
Si quieres ser verdaderamente rico,
se todo menos egoísta.
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