martes, 27 de mayo de 2014

"Es que estoy sobrepasado"

"Sobrepasado", "excedido"... esas cosas nos decimos -a nosotros mismos- cuando:
1) Mentimos: decimos una cosa por otra.
2) Conformamos: dejamos que piensen algo que no es.

Es decir cuando "tiramos la pelota para adelante". Cuando "bicicleteamos" a alguien.

Y cuán difícil es, hoy con tantas ocupaciones, no llegar a actuar de esa forma con alguien. Y claro que será alguien querido, alguien queridísimo.

Alguien que quizás sabe administrar los tiempos un poquito mejor que nosotros, o no y por eso pide nuestra ayuda. Alguien a quién en realidad nos dolería entrar en la cuenta del daño que le hacemos:

La vida es muy corta
igualmente para todos,
como para estar mintiendo.

Y aún aunque no se lo hiciéramos, en el sentido de que luego pronto "nos pusiéramos al día"... ¿le tuvimos que mentir?. (Nada justifica la mentira, la violencia, y otras tantas cosas que auto-justificamos a diario.)

Y aún aunque la otra persona nunca se diera cuenta... ¿con qué derecho -no la dejamos elegir- otro camino, otra persona para que le mienta o no? (La vida es muy corta... nada justifica el engaño.)

En fin... sobrepasados estamos todos. La modernidad es así. 24 horas al día parecen no alcanzar... pero de ahí a creerte más que el otro y mentirle... es otra historia muy diferente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.