"Sobrepasado", "excedido"... esas cosas nos decimos -a nosotros mismos- cuando:
1) Mentimos: decimos una cosa por otra.
2) Conformamos: dejamos que piensen algo que no es.
Es decir cuando "tiramos la pelota para adelante". Cuando "bicicleteamos" a alguien.
Y cuán difícil es, hoy con tantas ocupaciones, no llegar a actuar de esa forma con alguien. Y claro que será alguien querido, alguien queridísimo.
Alguien que quizás sabe administrar los tiempos un poquito mejor que nosotros, o no y por eso pide nuestra ayuda. Alguien a quién en realidad nos dolería entrar en la cuenta del daño que le hacemos:
La vida es muy corta
igualmente para todos,
como para estar mintiendo.
Y aún aunque no se lo hiciéramos, en el sentido de que luego pronto "nos pusiéramos al día"... ¿le tuvimos que mentir?. (Nada justifica la mentira, la violencia, y otras tantas cosas que auto-justificamos a diario.)
Y aún aunque la otra persona nunca se diera cuenta... ¿con qué derecho -no la dejamos elegir- otro camino, otra persona para que le mienta o no? (La vida es muy corta... nada justifica el engaño.)
En fin... sobrepasados estamos todos. La modernidad es así. 24 horas al día parecen no alcanzar... pero de ahí a creerte más que el otro y mentirle... es otra historia muy diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.