Charlar del mundo

Muchas parejas en ciernes, que charlan y se llevan a diferentes situaciones paulatinas, pueden no obstante caer también en una sensualidad repentina si sus charlas son orientadas solamente a ellos mismos.

Por eso es importante charlar del mundo. No nos damos verdadera cuenta, pero muchas veces estamos hablando de nosotros nada más. Y conviene mejor hablar del mundo inmenso. De todas las cosas...

Hablar de "yo esto", "tú aquello" es llano. Es algo quizás muy romántico, pero que puede también caer en una apresurada sensualidad, y en todo caso en falsos sentidos de romanticismo. Pues no están viendo el mundo realmente.

Charlando del mundo es obvio que también veremos cómo piensa el otro, su modo de sentir, de actuar y de hablar. Hablará de sí mismo sin siquiera darse cuenta. Por ese camino puede también haber romanticismo. Y en todo caso: ir conociéndose bien.