Muchos hablan hoy de la juventud como un don, cuando es sólo circunstancia. Es una cuestión de tiempo... es un antes y un después; sólo eso. ¿Quién es mejor, el antes, o el después?
Sí tiene sentido la juventud espiritual; el ser buenas personas. Mateo 18 dice: "quien no sea como un Niño, no podrá entrar en el reino de los cielos".
Siempre imaginé el Cielo en efecto lleno de Niños. Es más: creo que Dios nos reconoce sólo siendo Niños... con el alma joven.
Dios te reconocerá en el Cielo
sólo si aún tienes el alma
de un niño.
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